La mitología me ha fascinado desde siempre. Cuando era chica, en las noches de verano en la Floresta, boca arriba en el pasto, miraba el cielo con mi padre mientras me contaba sobre los personajes de las constelaciones, el cinturón de Orión, la osa mayor y la osa menor.
Mucho más tarde nació la idea de reflejar esto en un libro. Enseguida vino la duda: ¿Cómo contar sobre mitos, pero dándoles una estructura? No pude avanzar cuando surgió el punto de partida para la trama de esta novela. Apareció cuando leí que un día llega al Olimpo la noticia inesperada de que el dios Pan ha muerto. ¿Cómo puede haber pasado esto, si por definición los dioses son inmortales? ¿Quién lo mató? Y ahí empieza el juicio, las acusaciones, las venganzas y las mentiras entre los personajes, los doce del Olimpo.
La contratapa del libro, publicado por la editorial Fin de Siglo, dice: «El dios Pan ha muerto.
El Olimpo no puede permitir que la muerte de un dios pase sin más, y Zeus llama al Consejo de los doce.
Esta no es una simple reunión, es un tribunal y todos son sospechosos. Entre los dioses, poderosos, venerados y soberbios, a lo largo del tiempo mítico surgieron conflictos amorosos, mortales y de orgullo. Y así, todos tienen razones para haber deseado su desaparición.
Pero si bien todos podrían alegrarse por ello, también hay quienes le tenían afecto, y más allá, la muerte de un dios puede ser solo el comienzo de algo más siniestro…
Alicia Escardó retoma los relatos míticos de la Antigua Grecia y los incorpora en una trama compleja, resignificando los amores, veganzas y complots de dioses y mortales.
La mitología se encuentra con la novela negra en La muerte de Pan.»