
Gracias a la editorial Fin de Siglo, que volvió a apostar por un texto mío, es que Nayla y el misterio XO pudo ser una realidad.
«Nayla es una chica común —eso cree ella— a la que no le gusta el chocolate, le cuesta inmensamente desenredarse el pelo y le falta su madre desde hace largo tiempo, de la que le quedan buenos recuerdos y una frase «las cosas hay que pelearlas hasta el final»».
Las ilustraciones de Oscar Scotellaro, una vez más, le dan forma a mis personajes y estoy feliz de que acompañen esta historia.

Durante la presentación, en la Feria del libro de Montevideo, hablé de historias, libros, palabras y letras. Como siempre, un gran disfrute ver el salón lleno de chicos. A pesar de que es una visita programada por el colegio o liceo, a la que no tienen más remedio que ir, es muy lindo notar que se van enganchando con la dinámica de la charla, que pasan de una cierta apatía o falta de atención a seguir con atención y a participar con comentarios. Al final, algunos hacen preguntas realmente muy buenas. Comparto algunas de las más originales que surgieron en la presentación de este libro, además de las que se repiten más, (por qué escribo, cuánto tiempo me lleva un libro, cuántos libros he publicado, cómo se me ocurre la historia, etc):
¿Te gusta que se muera el personaje principal de una historia?
¿Algunas veces te aburrís al escribir?
¿Escribís más de un libro a la vez?
Siempre me voy de estas presentaciones con la sensación de que, por suerte, contar una historia sigue siendo algo tan significativo como lo fue siempre. El viaje de la ficción, la invitación más antigua de la experiencia humana, no ha perdido el poder de seducir.